Gemma Pascual 

En el corazón de Madrid encontramos a tres hermanos que han creado sus propios universos, tres mundos distintos que giran en torno a sus pasiones y aficiones personales. El líder del grupo es Rafa, el hermano mayor, que es una persona muy especial y un verdadero genio en la música y la tecnología.

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Rafa tiene una habilidad excepcional para comunicarse con otros mundos a través de la música. Su apartamento está lleno de radios, tocadiscos y cassettes y allí pasa la mayor parte de su tiempo. Recientemente, tuve la oportunidad de fotografiarlo y entrar en la "puerta 11", una habitación secreta de la que sólo Rafa tiene la llave. La Puerta 11 es un mundo aparte, un lugar mágico donde Rafa se comunica con el "Fuerte Comanche de la cuarta fase, a través de discos al revés. Según Rafa, esta técnica permite descifrar mensajes que no podrían ser emitidos de otra manera.

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Juan, el hermano menor, es muy diferente a Rafa y parece haber nacido en mundos paralelos. Juan es miembro de la cofradía de los agentes de Dios, una sociedad secreta que ha existido durante siglos para proteger los intereses religiosos.

Aunque se sabe muy poco de esta cofradía, Juan ha comentado en alguna ocasión que su misión es mantener el equilibrio entre el bien y el mal. Él se queda pensativo en su habitación, donde hay una serie de símbolos extraños que están relacionados con su cofradía.

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Ana, la hermana mediana de los hermanos Besteiro, ha encontrado una pasión muy especial y fuera de lo común. Tiene un don especial para cantarle a los perros. Gracias a su maravillosa voz, se ha convertido en un referente para aquellos que tienen dificultades para socializar con estos animales. En la Plaza Mayor de Madrid, suele actuar con su repertorio de canciones para perros, algo inusual que siempre atrae a un numeroso público curioso. Pero cuando comienza a cantar, los perros más desconfiados se acercan y la siguen desde el primer momento.

 

Aunque esta historia es ficticia, destaca la importancia de encontrar y perseguir las pasiones en la vida. Cada uno de los hermanos Besteiro tiene un interés único al que se  han dedicado, lo que les ha permitido crear sus propios mundos y encontrar la satisfacción en sus vidas.

 

El amor de Rafa por la música y la tecnología le ha permitido explorar nuevos reinos de comunicación y expresión, mientras que la participación de Juan en la sociedad secreta de los Agentes de Dios le ha dado un sentido de propósito y significado. La capacidad de Ana para conectarse con los perros a través de la canción es un testimonio del poder de la música y su capacidad para unir diferentes especies.

 

Siguiendo sus pasiones, los hermanos Besteiro han encontrado un sentido de satisfacción y propósito que trasciende los aspectos mundanos de la vida cotidiana. Esta es una lección importante para que todos nosotros recordemos, ya que puede ser fácil caer en la rutina diaria y perder de vista lo que realmente nos hace felices.

 

Además, esta historia también destaca la importancia de abrazar la diversidad y celebrar los talentos e intereses únicos de los demás. Si bien Rafa, Juan y Ana pueden parecer excéntricos para algunos, sus pasiones y aficiones son lo que los hacen especiales e interesantes como individuos.

 

En un mundo que a menudo valora la conformidad y la uniformidad, necesitamos más personas como los hermanos Besteiro que no tienen miedo de explorar sus pasiones y ser fieles a sí mismos. Quién sabe qué otros mundos y posibilidades podríamos descubrir si todos siguiéramos nuestras pasiones con la misma dedicación y entusiasmo que los hermanos Besteiro.